WordPress cuenta con un sistema de plugins. Permiten extender y mejorar cualquier cosa que sea capaz de hacer WordPress. Hay una gran variedad desde el repositorio de WordPress e incluso puedes crear el tuyo propio.
Además del repositorio existen diferentes páginas para descargar plugins. Sin embargo, desde el repositorio es seguro que no tenga código malicioso. Como sucede con los temas, también hay plugins de pago que se pueden amoldar mejor a lo que buscas.
Cómo instalar un plugin
Instalar un plugin es muy similar a hacerlo como un tema. Tienes que seleccionar Plugins > Añadir nuevo
Una vez seleccionado en la parte superior aparecerá el botón subir plugin
luego pedirá que busques el .zip para instalarlo. También tienes la opción buscar e instalar un plugin directamente desde el repositorio de WordPress.
La forma manual sería descomprimir el archivo .zip en el directorio …/wp-content/plugins/. En caso de usar un hosting el directorio debe tener permisos de escritura.
Una vez instalado te dará la opción de activarlo, por defecto no se activan automáticamente. En Plugins > Plugins instalados tienes las opciones de activar, desactivar y borrar un plugin. A mayores si te ves valiente tienes la posibilidad de editar para cambiar alguna parte del código fuente.
Diferencia entre desactivar y desisntalar
Aquellos que están desactivados sólo cesan su funcionamiento, pero su contenido en el directorio de plugins y en la base de datos persiste. Puede darse el caso de que empleen la base de datos para funcionar correctamente, de manera que agregan contenido a la base de datos.
En caso de borrar un plugin como mínimo se borrar los archivos en el directorio, pero sus cambios en la base de datos pueden permanecer según la desinstalación que proporcione el autor. Si quedaron tablas en la base de datos tendrías que borrarlas manualmente, en esos casos asegúrate de lo que borras y realiza un backup o copia de seguridad.
Y hasta aquí el post de hoy. A seguir picando 🙂